martes, 7 de agosto de 2012

Acostumbrados al caos

El ruido incesante e innecesario, las caras adustas de los choferes,

Cambios ¿A quiénes cambiamos?

El lema de la gestión del Ministerio de Educación dice "CAMBIEMOS LA EDUCACIÓN Cambiemos todos. Cada gobierno nuevo intenta dejar una huella de su paso por el edificio del Ministerio de Educación y algunos recuerdos en los docentes, estudiantes y padres de familia. Algo que haga recordar o añorar. Es bueno que así sea, pero no lo es cuando en ese afán por trascendencia de su paso por el MED incurren en mayúsculos errores y excesos. Hace un año, la Ministra y su enorme corte llegó al MED con la puntería puesta en todos (hay excepciones conocidas) los que han estado vinculados a la gestión del gobierno anterior, como si su sola presencia significara el freno a toda iniciativa de mejoramiento... Centraron su atención en no renovar los contratos y poblar las oficinas con gente amiga, proveniente del sector salud, de ONG amigas como CARE, las relacionadas con movimientos feministas y de algunos colegios alternativos de Lima. Casi todas las direcciones fueron asignadas a mujeres, sociólogas, sicólogas, comunicadoras, pocas son las docentes. Parece ser que más pesó su ansia de generar los grandes cambios, que la demostración de una efectiva transformación. Así surgieron cargos nuevos como asistente de dirección, asesores de dirección. Un año después, el crecimiento de la burocracia no se ve reflejado en los resultados verificables ni en el gasto efectuado, que apenas llega al 4% en la mitad del año 2012. Pienso que el lema oficial, tiene un lado oculto, que aflora en muchas decisiones de la llamada alta dirección: cambiemos la sede del MED, cambiemos a todos.